viernes, 14 de junio de 2013

Desprestigiando la psicología.

Hoy me gustaría transmitiros una preocupación que cada vez me altera más. Puede que sea porque uno se hace mayor, y cada vez gusta más criticar, o puede que sea porque está en juego la credibilidad y la profesionalidad de una disciplina con la que me he comprometido. Prefiero pensar que pesa más esta segunda opción.

Nadie se imagina a un médico, o a un matemático, dando una conferencia sobre un tema en el que es experto basando todo el contenido de su exposición en su opinión personal, o en las experiencias personales que el haya vivido. Hagamos un ejercicio de imaginación...

Imaginemos que el doctor Ramírez, médico experto en patologías del riñón, explicara así su teoría sobre el funcionamiento de este órgano:

"Bueno, pues yo como médico creo que el riñón es un órgano muy importante. Porque yo tengo una tía que de siempre le han dolido los riñones, y siempre la veo con cara de amargada. Por lo tanto, está claro que la buena salud de los riñones influye en el estado de ánimo de la persona.

Pero es que además conozco más de un caso de personas que tienen dolores continuos de este órgano, y todos ellos tienen además otra dolencia de algún tipo. ¿A que todos conocéis a alguien? Por tanto, el riñón influye claramente en los demás órganos, puede incluso llegar a matarte.

A mi madre le funciona para los riñones beber agua caliente mientras hace el pino al sol. Así que ése es el tratamiento que yo recomiendo a todos los pacientes que vienen a verme con quejas del riñón."

¿Tendría este médico algún tipo de credibilidad? ¿Alguien dudaría de que este supuesto profesional es totalmente incompetente para ejercer su labor como médico? ¿Alguien se iría de esa conferencia con la idea de que este señor tenía razón?

Bueno, pues últimamente tengo la desagradable experiencia de escuchar a profesores que se califican de "expertos psicólogos" contar toda una serie de impresiones personales, creencias, juicios de valor y generalizaciones absolutistas en entornos académicos en los que no todos los oyentes son psicólogos.

Los que estamos escuchando, muchos no formados en psicología, damos por supuesto que lo que dicen estos expertos está fundamentado en estudios, datos fiables, teorías contrastadas y comprobables, etc.

Nada más lejos de la realidad. A menudo se trata de impresiones personales, no contrastadas, no comprobadas, no apoyadas en ningún tipo de investigación, pero que se dan por válidas porque el que las cuenta es un psicólogo, un experto en la materia...y como la psicología es tan compleja. Así nos va.

Muchas veces escuchas que la gente se escuda en el argumento de que "las ciencias sociales no son exactas, puede haber muchas interpretaciones, hay cosas que no se pueden comprobar..." No, perdone. Las ciencias sociales, como su propio nombre indica, son CIENCIAS. Y en toda ciencia (ya desde hace 3 o 4 siglos) para hacer afirmaciones con cierta credibilidad se necesita un complejo proceso de recogida y análisis de información, validación de esos datos, de su fiabilidad, su aplicabilidad a distintas situaciones... vamos, lo que se conoce como Método Científico.

¿Qué estamos consiguiendo con todo esto? Que se nos tome por charlatanes. Que todos los avances CIENTÍFICOS que se han hecho y se están haciendo en el campo de la psicología no tengan la relevancia académica que se merecen, porque total, cualquiera que haya estudiado psicología y tenga un amigo con depresión ya se monta sus propias teorías sobre el origen, las causas, la sintomatología, el tratamiento y hasta la base genética de la depresión, por poner un ejemplo.

Como no pongamos más empeño en exigir una rigurosidad científica en el campo de la psicología, jamás vamos a cambiar el pensamiento colectivo de que la psicología es una "pseudociencia", o una ciencia a medias.

Siempre habrá charlatanes, siempre habrá gente que se pase las investigaciones por el forro y se monten sus propios chiringuitos de psicología barata, eso es inevitable; pero no podemos permitir que esa charlatanería se adueñe también del ámbito académico. No podemos permitir que la psicología se vea como una disciplina de la que "sabe cualquiera" y por tanto cualquiera puede tener sus propias teorías tan válidas como las teorías demostradas científicamente.

En fin, espero que no se note demasiado mi indignación con el tema. Me toca de cerca y llevaba tiempo queriendo soltarlo en algún sitio. Ah, saludos a Punset. Y a Iker Jiménez.