lunes, 19 de noviembre de 2012

Gaza: el conflicto de lo complejo.


Ya que estamos en racha con temas controvertidos y de actualidad, hablemos del conflicto Palestina - Israel.

No sé si a vosotros os pasará, pero a mí normalmente cuando escucho, leo o me informo sobre este tema, me da una pereza terrible. Sobre todo, porque carezco de la información y la formación necesarias para poder decidir a favor de quién estoy, si me caen bien o mal unos y otros, si el conflicto debe acabar de tal o cual forma.

Se trata, sin duda, de uno de esos temas sobre los que todo el mundo opina, pero muy pocos informan de verdad, de la realidad. Quizás porque la realidad esté tan polarizada y complejizada que resulta imposible ser objetivo e imparcial.

Por eso, no os toméis esto como una declaración de apoyo a unos u otros. No lo tengo claro, ni creo que lo tenga nunca. Dicho lo cual, paso a exponer algunos datos que sí conozco. Y cada uno que juzgue y vaya creando o alimentando su opinión.

En primer lugar, el pueblo judío "obtuvo" el actual territorio de Israel con la firme convicción de que Yahveh (el dios de Abraham, el mismo Dios de los cristianos, y Allah para los musulamnes) les prometió esa tierra y por tanto debía ser suya. Se la merecían como pueblo, habían sufrido mucho a lo largo de la historia, lejana y reciente, y nadie podía arrebatarles lo que el mismo Dios les había prometido.

Por el otro lado, nos encontramos con un territorio musulmán donde han ido surgiendo conatos de ideologías más o menos radicales y fanáticas. Entre ellas, la actual Hamás, organización que se declara yihadista, nacionalista e islámica, y cuyo principal objetivo es recuperar el territorio perdido de Israel por todos los medios, incluida la violencia.

Para mí, ese es el núcleo del conflicto. Luego habrá miles de peculiaridades, condiciones, conflictos surgidos del conflicto...pero nadie puede negar que se trata de un conflicto territorial entre dos partes fuertemente influidas y motivadas por su condición religiosa.

Pero personalmente, creo que los que más están sufriendo son los de siempre. La población inocente y empobrecida de un territorio, la franja de Gaza, donde actualmente conviven un millón y medio de personas en una extensión de unos 360 kilómetros cuadrados (40 km de largo por 9 km de ancho).

Esta población, actualmente, se encuentra con una situación de bloqueo llevada a cabo por Israel con el apoyo de Estados Unidos. Un bloqueo que no pretende matar de hambre a los gazatíes, pero sí ponerles a dieta.

Una dieta que, según Jonathan Cook, un periodista que se basa en los informes de Israel, funciona de la siguiente manera: “Funcionarios de salud ofrecieron cálculos de la cantidad mínima de calorías necesarias para que el millón y medio de habitantes de Gaza evitaran la desnutrición. Esas cifras fueron luego traducidas a los cargamentos de alimentos que Israel permitiría que ingresaran cada día. Un promedio de apenas 67 camiones –mucho menos de la mitad del mínimo requerido para evitar la desnutrición– entraría en Gaza diariamente. Esto comparado con más de 400 camiones antes de que empezara el bloqueo”.

Además, la OPPS (Organismo de Obras Públicas y Socorro de Naciones Unidas) asegura que Israel prohíbe realizar obras que serían necesaria para el adecuado tratamiento de las aguas residuales de la franja de Gaza. Sin esas obras, calculan que la franja de Gaza sería inhabitable en el año 2020.

Sólo son algunos ejemplos de cómo la población que habita en esa tierra sufre las consecuencias de un conflicto que mucho de ellos ni siquieran vieron nacer. Posiblemente muchos de los que perpetúan y alimentan el conflicto tampoco lo vieron en sus inicios. Sin embargo sigue ahí, y cada vez con más fuerza.

Sigo considerándome un verdadero ignorante de lo que pasa allí, y por supuesto de la solución que debería darse; pero no me gusta pensar que razones ideológicas y religiosas puedan hacer surgir y alimentar conflictos tan devastadores. Cualquier ideología que permite y favorece esto no es una buena ideología.



*Para saber más: Noam Chomsky - Gaza, la prisión al aire libre más grande del mundo.


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